sábado, 24 de abril de 2010

Capítulo Uno

William Griffith Wilson nació el 26 de noviembre de 1895 en East Dorset, Vermont, en una habitación situada detrás de un bar, que estaba en la Casa Wilson, el hotel de la villa manejado por la viuda Wilson, abuela de Bill. Los padres de Bill habían ido a vivir ahí, después de su matrimonio en 1894.
Bill nació alrededor de las 3:00 horas de una madrugada invernal y su alumbramiento fue difícil; su madre, Emily, dijo: "Cuando te trajeron conmigo, estabas frío, descolorido y casi muerto, y yo también estaba así; tú por la asfixia y yo por las dolorosas laceraciones y la pérdida de sangre; pero te retuve contra mí, abrazado, así, ambos nos calentamos, nos confortamos, y sobrevivimos; pero el recuerdo de todo ello no podría estar más claro en mi conciencia si hubiera sido marcado con un hierro al rojo vivo, porque no se me aplicó anestesia mientras esos inmensos instrumentos asían fuertemente tu cabeza".
Durante los primeros meses de su embarazo, Emily había escrito un poema, que dirigió a su madre y a su hermana Millie. Lo tituló "Un Huésped Bienvenido":
"¡Cuándo llegue el bebé! La tierra sonreirá / Y con sus artes invernales seducirá / Los duendes de la escarcha y las dichosas hadas, / Todos vestidos con prendas de nívea pureza / Para recibir a mi huésped / ¡Cuando llegue el bebé! Sombras de la muerte ahora / Todo el pensamiento de mí. El mundo se vuelve generoso, /Sanan las viejas heridas, se olvidan los antiguos errores / No la pena y el dolor, / La Tierra no conserva mancha. / ¡Cuándo llegue el bebé! Me parece que veo / La encantadora cara que va a tener, / Y las antiguas dudas y los temores que persiguen / Se pierden en los sueños de años más felices / Las sonrisas siguen a las lágrimas / ¡Cuando llegue el bebé! Dios me haga buena / Y rica en la gracia de la maternidad, / Haga blanca esta alma mía de mujer / Y encuentre este gran regalo Tuyo / En este tiempo de alegría".
Con su característica atención a los detalles, Emily registró todas las estadísticas del bebé: Bill pesó 3.060 Kg. al nacer, y ganó peso rápidamente: 11.800 Kg. a los seis meses y 14.500 Kg. al término del año. Tuvo su primer diente a los diez; y caminó a los 15 meses; aprendió con rapidez las letras y las palabras: "Encuentra una G en sus cubos y dice 'esa es la G, tiene su cola'. Posteriormente dice 'esa es la Q' y le decimos: 'No, es la G'; entonces dice: 'La llamaré Q', con una sonrisa muy traviesa en sus ojos".
El padre de Bill, Gilman Barrows Wilson, era un hombre extraordinariamente agradable, conocido como excelente narrador de historias, con voz estupenda que, incluso, mejoraba con algunos tragos. "Qué jovial era Gilly", dijo uno de sus antiguos vecinos. "Recuerdo cómo decía siempre: 'al cuerno con los pequeños y al c . . . con los grandes' ".
Administraba una cantera de mármol cerca de East Dorset y era considerado líder a un grado tal que, posteriormente, cuando fue a trabajar a la Columbia Británica, varios marmoleros de East Dorset "levaron anclas" par seguirlo.
Durante la infancia, Bill tuvo en su padre un excelente compañero, que jugaba béisbol con él en el patio, todas las noches. "Los domingos rentábamos un calesín cubierto, con el techo plano y adornado con borlas por todos lados", recordó Bill. "Lo guiábamos con cierto estilo y mucha satisfacción".
La gente de Gilman, los Wilson, eran amables y notorios por su humanismo: de manga ancha, tolerantes y también buenos administradores y organizadores. En la familia había evidencia de alcoholismo: el abuelo paterno era bebedor problema, que llegó a la religión en una reunión de revivalismo y nunca volvió a tomar una gota. Gilman era "bebedor muy fuerte, pero no alcohólico", pero su padre, decía Bill, se metió en más de un problema a causa del licor.
La familia de su madre fue diferente. Los Griffith fueron maestros, abogados y jueces; además, difíciles de manejar y de gran fuerza de voluntad, valor y fortaleza. Emily había sido maestra de escuela antes de casarse; tenía inteligencia, determinación, ambición y un valor inmenso; posteriormente tendría éxito en una profesión, mucho antes que el campo de las carreras se abriera a las mujeres. Pero los Griffith también tuvieron cierta dificultad para entablar relaciones interpersonales con gente fuera de su propia familia; "siempre fueron muy respetados, pero raramente amados", fue la forma en que Bill lo describía.
Aunque Bill nunca hizo un verdadero esfuerzo para determinar sus raíces - de parte de su padre, era escocés-irlandés, y de su madre, principalmente galés -, creía ser pariente lejano del presidente Woodrow Wilson. "¡Gracias por la desconcertante comparación entre mi primo Woodrow y yo!", escribió una vez a un compañero. "De hecho, es primo cuarto, aproximadamente. Hace años, algún miembro de la familia Wilson - ahora tan difundido, que es el apellido más común en el directorio telefónico de Chicago - visitó a mi padre y se lo dijo. Supongo que hay cierto parecido, cuando uno se detiene a pensarlo". En realidad, de adulto tuvo cierto parecido facial y físico con el presidente Wilson.
La hermana de Bill, Dorothy Brewster Wilson, nacida en 1898, buscó su árbol genealógico con el fin de calificar como miembro de las Hijas de la Revolución Norteamericana (DAR). Cuando se le preguntó qué había hecho en la guerra su antepasado, contestó que había guiado a las tropas Norteamericanas en la batalla de Monmouth, pero, añadió complacida, no era general, sino el que tocaba el tambor
En las dos páginas siguientes: Izquierda, la madre de Bill, Emily Griffith Wilson, tuvo éxito profesionalmente mucho antes de que la mayor parte de las carreras se abrieran a las mujeres.
Derecha: Gilman Barrows Wilson, que provenía de una familia de manga ancha, tolerante, fue una compañía amistosa para su hijo.
Dorothy recordaba el East Dorset de su infancia, en el cambio de siglo, como una pequeña villa de "alrededor de 20 casas", en dos calles anchas con aceras de mármol y muchos árboles hermosos, en su mayoría maples de miel. Había dos almacenes generales, dos fábricas de mármol y una de queso, una herrería y una carbonería; también una escuela pública y dos iglesias". Hoy, con una población aproximada de 300 habitantes. East Dorset tiene poco más de 50 casas y se encuentra escondida en el Valle de Vermont, hacia las laderas occidentales de las montañas Verdes; la villa en que nació Bill es una más entre un número de aldeas que constituyen el contorno territorial de Dorset.
Desde su ventana, Bill podía ver el Monte Eolo que se eleva sobre el pueblo. Bill decía: "Uno de mis primeros recuerdos es la de mirar hacia arriba, ver la enorme y misteriosa montaña, y preguntarme si algún día escalaría tan alto". Denominado así por el dios del viento de la mitología griega, el Monte Eolo se conoce por las ráfagas que azotan su cumbre y aúllan sobre las excavaciones dejadas por la ahora desaparecida industria marmolera de East Dorset.
Las canteras de mármol se dejaron de trabajar en el área, al final de la Primera Guerra Mundial, pero en la infancia de Bill todavía era una industria activa. "Mis parientes fueron siempre operadores de las canteras de mármol, o sea, en la parte de los Wilson, y mi padre heredó la tradición", recordó Bill. "Puedo recordar cuando era niño, verlo ir en un calesín hacia la llamada cantera del norte. De esa cantera salieron muchos monumentos conmemorativos notables, creo que la Tumba de Grant, quizá la Biblioteca Pública de Nueva York y otros edificios de esta ciudad a los cuales revisten". El mármol de East Dorset es blanco con ligeras tonalidades azul grisáceas.
Bill fue niño precoz; cuando era muy pequeño, su padre le dio un gran diccionario ilustrado para que lo mirara, y preguntaba de qué eran las imágenes; entre otras cosas, aprendió cómo se veía un puente voladizo. Cuando su madre lo llevó en tren a la Ciudad de Nueva York, por la ruta que se extiende a lo largo del río Hudson con sus diversos puentes, de pie en el asiento, gritó en voz alta: "Mira mamá, hay un puente voladizo" y los otros pasajeros se asombraron del niñito.
Bill empezó a ir a la escuela, de dos salones, en East Dorset, y las primeras cartas de su madre muestran buena imaginación y una mente activa. En una carta que mandó a Emily y a Dorothy, que estaba en Florida, probablemente en febrero de 1902, cuando tenía aproximadamente seis años, escribió:
"Querida mamá, por favor mándame algunas naranjas. Espero que la estés pasando bien. ¿Cómo estás, mamá? ¿Es un lugar bonito? También me gustaría ir. Si papá me dejara ir contigo".
Bill escribió otra vez el 9 de marzo: "Querida mamá. ¿Cómo están tú y Dorothy? Papá acaba de traer una fotografía de Dorothy. Creemos que es muy bonita. Abuelo recogió las flores que nos mandaste anoche. Son preciosas. ¿Tiene Dorothy un cocodrilo? ¿Le gustó el barco a Dorothy? William Griffith Wilson".
La casa de los Wilson en East Dorset, Vermont, escondida en las laderas occidentales de las Montañas Verdes.
En una carta más, Bill comunicó que estaba usando pantalones para niños de 11 años. "Supongo que no me reconocerán cuando regresen", añadió. "¿Cuándo vienen? Estoy de vacaciones de la escuela hasta el 1º de abril. Me alegraría verlas". Esta estaba firmada: "De Willie".
Emily y Dorothy todavía estaban fuera de Vermont, cuando Bill escribió el 21 de septiembre de 1902: "Querida mamá, ha empezado la escuela y estoy en primero de primaria. Tengo un nuevo libro de aritmética. Tenemos el mismo maestro que estaba aquí antes. Tengo dos dientes nuevos de abajo. Parecen pequeñas sierra. Abuelo y yo fuimos a la variedad del Capitán Thomases. El Capi es listo. ¿Cuándo regresan tú y Dorothy? Tengo muchas ganas de verlas. Trato de ser buen niño. Abuelo dice que lo soy. Estoy aprendiendo muy rápido a leer y hacer números. De tu hijito Willie. P.D. Besos a la hermana de mi parte".
En 1903, la familia Wilson se mudó a Rutland, 40 Kms. al norte en donde el padre de Bill se hizo cargo de la administración de la cantera de Ryutland-Florence. Vivieron en el 42 de la Avenida Chesnut y Bill asistió a la Escuela de la Calle Church.
Comparada con East Dorset, Rutland era una metrópoli, y Bill encontró amenazadora su nueva escuela. "Recuerdo muy bien cómo me sentí abrumado por el gran número de niños que me rodeaban y cómo comencé a desarrollar una gran timidez", dijo. "A causa de ésta y de mi torpeza, empecé a trabajar tiempo extra para ser jugador de béisbol. En los deportes . . . alternaba entre sentirme competitivo en extremo y entusiasmo por el éxito, y profundamente desanimado y tímido por la derrota". Una derrota le era dolorosa en particular si consistía en haber sido vencido por algún condiscípulo más pequeño. Bill (que llegaría a medir 1.85 m.) ya era alto para su edad, como lo indican los "pantalones de un niño de 11 años". Recordaba que su timidez y torpeza le impidieron tener amigos íntimos cuando era niño.
Bill sí tuvo un amigo íntimo, que lo fue durante toda su vida. Mark Whalon era nueve años mayor que Bill y recordaba exactamente haber oído los gritos de Emily la mañana en que nació Bill. (Luego aparece como "mi amigo el cartero" en las cartas y recuerdos de Bill, ya que, en East Dorset, era el que llevaba la correspondencia a los pueblos).
El joven Bill trabajó dura en la escuela para sobresalir en los deportes, en un intento para superar su "timidez y torpeza".
Aunque en la infancia de Bill se desarrollaron conflictos internos difícilmente se le consideró como un jovencito molesto o poco amistoso, sino al contrario: "nunca oí que alguien dijera que no le agradaba Bill", recordó un antiguo condiscípulo, "era un tipo excelente, muy popular. Era muy alto y bien constituido, de anchos hombros; un muchacho de buena presencia".
Desde corta edad, Bill mostró interés en la ciencia y, cuando vivían en Rutland, hizo un laboratorio de química en la leñera y casi hizo explotar el cobertizo . . . y a sí mismo. "Recuerdo cómo se horrorizó mi padre una noche al darse cuenta que yo había mezclado ácidos, supongo que sulfúrico y nítrico para hacer nitroglicerina de verdad en el cobertizo de la parte trasera, cuando llegó a casa yo estaba mojando papel en nitroglicerina y quemándolo. Puedes imaginarte la sensación que tuvo un hombre acostumbrado, como él lo estaba, al empleo de la dinamita en la industria canterera, la cual no es sino una pálida imitación de esa sustancia. Recuerdo con cuanta cautela levantó papá el plato, cavó un gran agujero, que humedeció; con cuidado esparció la mala sustancia por todo él y, con el mismo cuidado, lo tapó".
Otro experimento que intentó Bill fue un equipo telegráfico. Su amigo Russ y él se comunicaron por el código Morse, instalado por Bill.
En 1906, Emily, Bill y Dorothy regresaron a East Dorset. De este período han sobrevivido algunas cartas de Bill:
"12 de noviembre de 1906. Querida mamá: Hoy nevó mucho y en la escuela nos lanzamos muchas bolas de nieve. Tanto Dorothy como yo estamos bien y espero que tú también. Conseguimos nuestras 'calabazas de halloween' y llamé Punch a la mía, y Dorothy, Judy a la suya".
"Me preguntas qué sucede cuando enciendes P con el N. Los vapores del anhídrido fosfórico, P2O5, inmediatamente suben y llenan el frasco con densos vapores blancos que, después que el agua reposa absorbe el P2O. Al quemarse el P consume el oxígeno del frasco, dejando así el nitrógeno casi puro. El aire está compuesto de 1/5 parte de oxígeno y 4/5 de nitrógeno; al consumirse el oxígeno el agua sube 1/5 parte del frasco. Así que eso es lo que sucede" . . .
"13 de noviembre: En la noche de halloween tuvieron una fiesta en el vestíbulo; hubo sombras chinescas y toda clase de juegos, también refrescos. El cuarto estuvo totalmente iluminado por las 'calabazas' y linternas 'japonesas'. Nos divertimos mucho. No me acuerdo de más. Tu hijo que te quiere, Willi Wilson. P. D. Todavía no he ido a Rutland a ver a Russ".
Una nota en la carta lleva el comentario: "Sabe lo que sucede, ¿es así? ¿No es divertido? Creo que puede ganar a su madre en el arte de escribir cartas". Puede haber sido escrito por Emily o por uno de los abuelos de Bill, al meter la carta en el sobre, para enviarla.
En la siguiente carta no hay fecha, aunque la referencia al Día de San Valentín hace suponer que haya sido de febrero o marzo de 1907.
"Querida mamá: Todos estamos bien y espero que tú también. No he tenido tiempo de escribirte, tenemos que estudiar día y noche. Puedo pasar apuros al igual que los demás.
Hoy escribí una composición sobre la 'industria del hierro y el acero'.
Las tarjetas de San Valentín que mandaste se acabaron a la mañana siguiente antes del desayuno; si las hubiéramos tenido podríamos haber vendido otras 50. Dorothy dice que quiere que le mandes algunas tarjetas de Pascua.
¿Te acuerdas del Sr. Parent?, el papá de la niñita que se llamaba Lillie y que solía venir a jugar con Dorothy. Bueno, la cantera cerró, el padre de Lillie fue a trabajar a West Rutland y se iba por el crucero del tren. Tenía el gorro puesto tapándole las orejas, no oyó que venía el tren y lo mató. Fue algo muy malo.
Acerca de la medicina, cuando vine de casa de los Russel lo hice por la Calle Centre. Compré a Dorothy una vajilla para las muñecas y pensé que tenía que comprar algo más pero no pude acordarme. Llegué a la estación para alcanzar el tren y no lo recordé hasta que llegué a casa. Lo siento. Tu hijo que te quiere, Will".
Hubo una razón para que Emily tuviera ausencias prolongadas. "Sin que lo supiéramos Dorothy y yo, se estaba desarrollando una desavenencia entre mis padres. También recuerdo que mi madre estaba teniendo lo que decía eran crisis nerviosas, que algunas veces hacían que necesitara irse durante largos períodos a la playa y en una ocasión a un sanatorio.
Aunque no lo sé y aunque mi padre nunca se volvió alcohólico, a veces era un bebedor muy fuerte. Al igual que yo, era una persona que se entusiasmaba mucho por el éxito, y junto con algunos amigos de la cantera y el respaldo económico que tenían de Nueva York, tenía prolongadas borracheras. Aunque nunca supe los detalles, creo que uno de estos episodios tuvo consecuencias que ofendieron mucho a mi madre y aumentaron la tensión entre ellos".
Poco después de regresar de East Dorset, la desavenencia entre Emily y Gilman se volvió abierta. "Mamá nos llevó a Dorothy y a mí a lo que creíamos un día de campo en el hermoso Estanque de North Dorset, que ahora se llama Lago Esmeralda. Nos sentamos al suroeste abajo la
sombra de un árbol, mamá parecía estar muy tranquila, y creo que ambos sentíamos un mal presagio.
Entonces, fue cuando mamá nos dijo que papá se había ido para siempre. Hasta hoy, me estremezco cada vez que recuerdo la escena, sentado en la hierba, frente al lago; fue una experiencia de agonía para alguien que aparentemente tenía una sensibilidad emocional como la mía. No obstante, escondí la herida y nunca hablé al respecto con nadie, ni con mi hermana".
El divorcio de sus padres produjo a Bill un impacto que nunca olvidó. El dolor fue aumentado por el hecho de que no volvió a ver a su padre durante nueve años. Después de la separación, Gilman se fue de Vermont y finalmente se estableció en el occidente de Canadá, continuando su trabajo como cantero en High River, Alberta y Marblehead, Columbia Británica.
La madre de Bill tenía fuerte voluntad, pero carecía del calor y la comprensión que podría haber mantenido a su hijo con buena estabilidad en esa época difícil. "Mi madre disciplinaba y puedo recordar la agonía y el miedo por los que pasé cuando me administró la primera buena tunda, con el reverso de un cepillo del pelo; de alguna manera, nunca podría olvidar esa zurra que hizo en mí una impresión imborrable".
Emily se llevó a Bill y Dorothy con sus propios padres, Gardener Fayette Griffith y Ella Griffith, en East Dorset. Ella también permaneció ahí durante algún tiempo, recuperándose de una enfermedad no identificada y completando los arreglos para el divorcio.
"En aquel entonces, yo tenía diez u 11 años y seguía creciendo (incluso con mayor rapidez), y sufría por mi torpeza física y por la separación y el divorcio de mis padres", dijo Bill. "Recuerdo haber oído hablar a mamá y abuelo acerca de este divorcio y de cómo se podría llevar a cabo. También me acuerdo que mi madre hizo un viaje secreto a Bennington, Vermont, a ver a un hombre llamado el Abogado Barber; luego, me enteré que se había efectuado el divorcio y, por cierto, esto hizo en mí algo que me dejó profunda marca".
Para el joven Bill, el divorcio debe haber sido doloroso más allá de lo imaginable. Había sido separado de un padre al que adoraba, en una época difícil en la vida de un jovencito, como lo es el comienzo de la adolescencia.
Para complicar el daño, el divorcio en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra al principio del siglo - 1906 - era algo virtualmente inaudito; puede haber hecho surgir sentimientos de vergüenza y desgracia que, hoy en día, el hijo de padres divorciados no podría comprender ni compartir.
Bill dijo que permaneció deprimido casi durante un año, a raíz del divorcio de sus padres.
De esta época de la infancia de su esposo, Lois Wilson escribió después: "Aunque Bill y Dorothy amaban a sus abuelos, que eran muy buenos con ellos, se sintieron abandonados. Bill tenía un apego especial a su padre y lo sintió mucho cuando se fue al Oeste . . . La separación lo volvió reservado y lo hizo sentirse inferior a los jóvenes que vivían con su padre y su madre".
Y ahora, también Emily se marchó de East Dorset, dejando a Bill y a Dorothy al pleno cuidado de sus abuelos, partió a Boston para regresar a la escuela, específicamente a la Facultad de Osteopatía. A pesar del efecto sobre su familia, fue empresa valiente para una mujer de su edad, en su época.
El abuelo de Bill, Fayette Griffith, se convirtió ahora en su padre sustituto y todas las versiones muestran que fue una relación cálida y compleja. "Mi abuelo me amaba y yo lo amé, como poco he amado a otra gente", dijo Bill.
Los Griffith "eran capaces de tener un gran amor por los suyos y ciertamente éste (fue) un factor en la relación de mi abuelo conmigo, pero en cierto modo no eran muy populares".
Bill y su hermana más pequeña, Dorothy, "se sintieron abandonados" después del divorcio de sus padres, a pesar de tener unos abuelos amorosos.
"En particular Fayette no le agradaba a la gente", dijo Lois, "porque era el terrateniente de casi todos; tenía sus propias ideas y era muy obstinado; poseía propiedades y los surtidores de agua también eran suyos. Cuando era el tiempo de que se le pagara, quería que así se hiciera".
Robert Griffith, un primo en Brattleboro, tuvo una percepción similar: "El tío Fayette no era hombre humilde", dijo. "Aunque siempre lo encontré amable, popularmente era considerado engreído.
Cierta vez, en que guiaba un tronco de caballos briosos, éstos se pararon en seco y lo lanzaron fuera del asiento, aterrizó sobre su cabeza, a pocos centímetros de un bloque de mármol que se usaba como escalón para bajarse de un carruaje. Alguien dijo: 'Tuvo suerte de no romperse la cabeza contra ese bloque' y tío Fayette gruño: '¡Humm! ¡El jolly (alegrón) sabía donde iba a caer yo!'.
Sabía que a sus espaldas se le conocía como 'Jolly' Griffith, no porque estuviera alegrón (por el licor - jolly), sino porque él empleaba coloquialmente la palabra".
Fayette se había criado en Danby, casi quince kilómetros al norte de East Dorset, y era un veterano de la Guerra Civil que había regresado a Vermont a trabajar en el campo, después de servir como chofer de una ambulancia en la batalla de Gettysburg. "Había llevado una existencia precaria, hasta que se le ocurrió dedicarse al negocio de la madera y, entonces, trayendo muchos maderos franceses, empezó a adquirir una forma de vida acomodada", afirmó Bill.
Como muchos de los otros Griffith, Fayette era un astuto hombre de negocios y probablemente hubo varias razones por las que llegó a interesarse en la madera. En primer lugar, mientras que en los alrededores de Dorset la industria del mármol estaba declinando, las montañas tenían abundancia de maderas duras y no era difícil sacarlas. El primo de Fayette, Silas Griffith, se convirtió en el primer millonario en Danby y ayudó a hacer la dotación de la Biblioteca Conmemorativa S. L. Griffith en el pueblo. Bill recordó que Silas había sido "un superhombre de los negocios, para aquellos días".
Como el ciudadano más próspero de East Dorset, Fayette abastecía bien a su familia; pagó los estudios de Emily en la Facultad de Osteopatía y fue generoso con Bill y Dorothy. El único hijo de Fayette, Clarence, murió en Colorado el año anterior al nacimiento de Bill; tener a un nieto ayudaría a Fayette a suavizar la pena. "En la villa se consideraba a Bill como niño muy privilegiado; una vez tuvo una motocicleta y una silla de montar, el equipo necesario para su transmisor telegráfico inalámbrico, junto con su violín y su violoncelo. En aquellos días, un niño que tenía un guante para jugar béisbol o un bat, o un rifle 22 y una bicicleta, era considerado acomodado", dijo Robert Griffith.
Fayette estaba orgulloso de Bill y tenía grandes esperanzas puestas en él. "Tío Fayette pensaba que Bill era la persona más lista que hubiera existido", recordó una anciana prima. "Lo era, ¡hizo esa radio!", añadió, refiriéndose a los experimentos de Bill con el equipo telegráfico.
Ya que Fayette mismo leía mucho, probablemente incitó el interés inicial del niño en la lectura; le leía libros de viajes y eso estimuló en Bill el interés en otras lecturas. "Los libros de Heidi y Alger y todas las cosas que los niños solían leer en esa época", dijo Bill.
Una vecina, Rose Landon, instaló una biblioteca circulante en la desierta zapatería de su padre. "Empecé a ser un lector voraz tan pronto como tuve capacidad para ello, leyendo todas y cada una de las cosas que llegaban a esa biblioteca. De hecho, solía dormir muy poco en esos carruseles de lectura; aparentemente, me iba a la cama después de que mi abuelo me mandaba de manera más bien severa y, entonces, solía esperar hasta sentir que no se darían cuenta de la luz, encendía la vieja lámpara de querosene, la colocaba en el piso y ponía un libro a su lado, colgándome de la orilla de la cama para leer, algunas veces toda la noche".
Animado por su abuelo, Bill se lanzó en una serie de actividades, con la determinación de lograr un solo objetivo, un rasgo que permaneció en él durante toda su vida. Un proyecto que permaneció en su memoria fue el del búmerang.
"Mi abuelo adquirió el hábito de contarme todo lo que creía que eran proyectos imposibles", recordó Bill. "Un día, me dijo: 'Will' - así me llamaba -, 'he estado leyendo un libro sobre Australia y dice que los nativos de ahí tienen una cosa que llaman búmerang, que es una arma que lanzan y, si falla el blanco, se vuelve y regresa al que la lanzó, y Will', dijo en son de gran reto, 'este libro dice que nadie, más que un australiano, puede hacer y lanzar un búmerang'.
Me engallé cuando dijo que nadie más que un australiano podía hacerlo y puedo recordar cómo grité: 'Bien, ¡yo seré el primer hombre blanco que lance un búmerang!'. En esa ocasión supongo que tendría 11 ó 12 años".
Bill reflexionó, después, que para la mayor parte de los niños aquello podría haber durado unos días o cuando más unas semanas; "pero el mío era un impulso poderoso que se conservó durante seis meses y no hice otra cosa durante todo ese tiempo más que trabajar en esos infernales búmerangs haciendo cortes con una navaja. Aserré la cabecera de la cama para obtener exactamente la pieza correcta de madera y, durante la noche, la labré en el viejo taller de trabajo, a la luz de una linterna".
Por último, llegó el día en que Bill hizo un búmerang que funcionó. Le dio la vuelta al atrio de la iglesia cercana a su casa y, al regresar, casi golpeo en la cabeza a Fayette.
"Recuerdo lo extáticamente feliz y estimulado que me sentí por el éxito supremo", recordó Bill. "Me había convertido en un hombre Número Uno".
El éxito con el búmerang orilló ahora a Bill a probarse a sí mismo ser el hombre Número Uno en otras actividades. Decidió que, con suficiente perseverancia y determinación, podía hacer cualquier cosa, en la cual situara su mente. Con sorprendente tenacidad y fiera concentración, empezó a sobresalir en empresas científicas, béisbol y música. "En mi trabajo en la escuela, si mi interés era grande (como lo fue en química, geografía, física y astronomía), mis notas variaban entre 95 y 98 por ciento. Otros asuntos, incluyendo el inglés y el álgebra, me causaron problemas y recibí notas bajas".
Posteriormente Bill se describió como feliz en extremo durante este período de su vida, ya que estaba teniendo éxito en todos los frentes que le importaban. "En este período fue cuando pude ver cómo se desarrollaron mi fuerza de voluntad y mi anhelo por distinguirme, lo cual fue el estilo predominante de mi vida. Tenía muchos compañeros de juegos, pero creo que los veía como competidores; yo tenía que
sobresalir en todo; sentía que tenía que ser capaz de luchar como Hackensmith, batear como Ty Cobb, caminar en la cuerda floja como los del circo y disparar como Búfalo Bill, al que había visto en el circo montado a caballo y rompiendo bolitas de cristal lanzadas al aire.
Mi intento para hacer una réplica de esta actuación consistió en tomar una cesta de carbón, sostener mi rifle en una mano y con la otra lanzar al aire un pedazo de carbón. Con los disparos intenté romper los trozos de carbón y me volví tan bueno que, de cada tres, rompía dos, aunque fue milagroso que no matara a alguno de los campesinos que pasaban por ahí, ya que era una arma muy potente".
Por un tiempo, convirtió su cuarto en laboratorio de química; luego empezó a experimentar con la radio, que en aquel entonces era un invento completamente nuevo. "Creo que tuve uno de los primeros aparatos de recepción inalámbrica en Vermont. Estudié el código Morse y me sorprendió que nunca pude ser como los operadores más rápidos, pero mis aventuras con la radio crearon gran sensación en el pueblo y me dieron una marca de distinción, algo que por supuesto, había anhelado cada vez más, hasta que definitivamente se convirtió en obsesión".
El abuelo de Bill retó a que aprendiera a tocar el violín, así que lo hizo; lo primero fue reconstruir uno viejo, que encontró en el desván y que había pertenecido a su tío Clarence. El solo aprendió a tocar, colocando un diagrama en la parte externa del encordado del violín y tocándolo hasta que surgían las notas correctas, por lo que anunció su intención de llegar a ser director de la orquesta de la escuela. Ocupó muchas horas escuchando la victrola, al cabo de las cuales regresaba a su práctica del violín, olvidando lo demás.
Casi por cumplir su anunciada ambición, Bill se convirtió en el primer violín de la secundaria. Posteriormente, quitaría importancia a esto, al describirse como un primer violín muy malo y a la orquesta como muy mediocre; a pesar de que desecharía su logro como sólo otra tentativa de reconocimiento, la música le proporcionaría un escape satisfactorio toda su vida.
En el período en que los hermanos Wright probaron por primera vez sus ideas de máquinas que volaran, más pesadas que el aire, Bill construyó un planeador. "Como muchos otros de sus proyectos, no funcionó exactamente", dijo su hermana Dorothy. Bill le había dado el dudoso privilegio de pilotear la nave saltando del techo de una construcción; afortunadamente, cayó a plomo sobre un montón de heno.
"También hizo muchas cosas útiles", refirió Dorothy. "Todos los años hacía miel de maple en el patio trasero, utilizando una gran olla de hierro". Recordó la tenacidad con la que hacía el trabajo. "No importaba si estaba oscuro o tenía que conseguir más madera, el caldo estaba en proceso y no se despegaba. De esa manera fue formando Bill".
¿Era sólo terco? Dorothy no lo cree. "Persistente es una palabra mejor", opinó. "La gente que es terca tiene propensión a ser desagradable y no recuerdo que Bill lo haya sido nunca".
Bill también hizo arcos y flechas, un bote para hielo, "canguros" (un canguro consiste en una barra larga, con un pie montado en una barra corta), skies y trineos. Su abuelo insistió en que aprendiera el trabajo del campo y se pasó muchas tardes sudando en los trigales, sacando el forraje, ordeñando las vacas.
De todas las actividades de adolescente de Bill, probablemente fue el béisbol el que exigió más de sus energías físicas y que le produjo más el reconocimiento que ansiaba. En la primera sobresalió en basketbol, pero, después declaró que los demás jugadores de ahí, no habían sido muy buenos; en la secundaria fue diferente, ya que encontró una competencia real en el béisbol.
Para él, empezó mal. "La primera vez que me presenté en el campo, alguien sacó un elevado", recordó Bill. "Coloqué en alto mis manos y no pude coger la pelota, que me golpeó en la cabeza. Me tumbó de espaldas e inmediatamente me rodeó un conjunto de muchachos preocupados; pero, en el momento en que vieron que no estaba lastimado, se empezaron a reír de mi torpeza y recuerdo el terrible ataque de ira que me llegó. Salté y sacudí el puño diciendo: '¡Ya verán! Seré el capitán de su equipo de béisbol', y se volvieron a reír. Esto inició un terrorífico impulso de mi parte para sobresalir en béisbol, una lucha desesperada por ser el Número Uno".
Finalmente Bill se convirtió en el mejor jugador de béisbol de la escuela. Buscando la meta con la misma fiera determinación, de entrega a un solo objetivo, que había mostrado al hacer el búmerang, practicó en todos los momentos libras. "Si no podía conseguir a alguien para que jugara conmigo, lanzaba una pelota de tenis contra la pared de una construcción, o me pasaba horas lanzando piedras pesadas a los postes telefónicos para perfeccionar mi brazo, de modo que pudiera llegar a ser el capitán del equipo de béisbol . . . Desarrollé una puntería mortal y gran velocidad con la pelota de béisbol y tuve un alto porcentaje de bateo. Así, a pesar de mi torpeza, llegué a ser el hombre Número Uno en el campo de béisbol. En aquellos días el héroe era el lanzador, y me volví lanzador, y por fin fui el capitán".
La escuela fue el Seminario de Burr and Burton, en Manchester, Vermont, y cuando Bill empezó ahí en 1909, un nuevo mundo se abrió ante él. Fundada en 1829 como escuela de capacitación para ministros, Burr and Burton se convirtió rápidamente en una institución coeducacional para la formación general. Todavía funciona como la más importante escuela superior para el área Manchester-Dorset. El edificio principal, con sus pesadas paredes de gruesa piedra caliza, tenía más de 75 años cuando Bill asistió a la escuela y aún está en servicio.
Bill viajaba en tren de East Dorset a Manchester, dormía en la escuela cinco días y los fines de semana iba a casa. Como recordó uno de sus condiscípulos, Bill "tenía que recorrer alrededor de tres kilómetros desde la estación hasta Burr and Burton, y ése era un viajecito. Los muchachos de hoy no lo harían".
Manchester, justo al sur de East Dorset sobre el ferrocarril de Rutland, durante mucho tiempo había sido el lugar de veraneo de moda; su famoso Hotel Equinox podía rivalizar con los grandes hoteles similares de Saratoga o Newport. Manchester está edificado al pie de Monte Equinox y todavía se le conoce por sus aceras de mármol y sus calles sombreadas por maples y olmos majestuosos. Los veraneantes han preferido a Manchester desde la época que siguió a la Guerra Civil; entre ellos se encontraron la Sra. de Abraham Lincoln y, posteriormente, su hijo Robert Todd Lincoln, que establecieron ahí su casa de veraneo, Hildene. Uno de los dos clubes campestres de Manchester es el elegante Ekwanok Club; entre sus fundadores, en 1899, estuvieron incluidos los padres de Lois Burnham y Ebby T., dos personas importantes en la vida de Bill.
Ebby T. fue hijo de una familia prominente en Manchester durante tres generaciones y conservó ahí una casa de verano; él y Bill se conocieron en 1911, cuando éste jugaba béisbol en Manchester y, posteriormente, Ebby fue su condiscípulo de Bill durante un curso en Burr and Burton. Su amistad fue importante para ambos.
Los años de Bill en Burr and Burton fueron felices y con éxitos. Popular entre sus condiscípulos, fue elegido presidente de la clase superior; fue fullback del equipo de football y se convirtió en el mejor pateador; fue primer violín en la orquesta; su historial académico fue bueno y estaba probando que podía ser el Número Uno en todo aquello que intentaba.
Algunas noticias breves del Journal de Manchester de ese período:
18 de abril de 1912 - "Shakespeare en Manchester -. Agradable representación de 'Tal como te gusta' por los estudiantes de Burr and Burton. Ciertamente que el público mostró su agrado por la manera de cantar de William Wilson, que hizo el papel de Jaques".
25 de abril de 1912 - "Exhibición de Gimnasia en el Seminario de Burr and Burton - El cuarto número fue el salto de altura por los muchachos. William Wilson, estableció la marca más alta, seguido por Derwin y Bennett. La marca de Wilson fue de un metro treinta y cinco centímetros".
9 de mayo de 1912 - "Notas del Seminario de Burr and Burton - Como estaba anunciado, el pasado miércoles jugó Burr and Burton contra Proctor y fue derrotado por 4 a 0. Fue un buen juego, siendo un duelo de lanzadores; Eskaline dejó a 15 con el bat al hombro y Wilson a 14. El
lanzador a quien se enfrentaron los muchachos de Burr and Burton, es el más difícil de los que se encontrarán este año".
16 de mayo de 1912 - "Notas del Seminario de Burr and Burton - El equipo del Seminario jugó el sábado contra el de Bennington High en esa villa y sufrió una derrota, la peor de esta temporada. El marcador fue de 13 a 1 en favor del equipo de casa. Wilson lanzó su peor juego de la temporada y el apoyo que le prestó el equipo fue el más flojo. El mal desempeño del lanzador se debió a un brazo lastimado y fue más una mala fortuna que una falla".
Ahora la vida de Bill tenía todo . . . excepto romance. "En esta coyuntura, a pesar de mi cara desagradable y mi figura desgarbada, una de las muchachas del Seminario mostró interés en mí", recordó. "Desde que llegué, habían tardado mucho en hacerlo y sentí una terrible inferioridad en lo referente a las muchachas, pero ahora llegó la hija del ministro y me encontré de pronto en un amor extático".
"Bueno, ves, en este período, ahora que amo, me encuentro plenamente compensado en todos estos impulsivos instintos primarios; tengo todo el prestigio que se puede tener en la escuela; en realidad, sobresalgo, soy el Número Uno en donde elijo serlo y, en consecuencia, me siento seguro emocionalmente; mi abuelo es mi protector y generoso con el dinero para mis gastos; y ahora, amo y soy amado completamente por primera vez en mi vida. Por lo tanto, me siento feliz hasta el delirio y soy un éxito de acuerdo a mis propias especificaciones".
La muchacha era Bertha Bamford, hija del ministro episcopal de Manchester. Hermosa y popular, Bertha era la tesorera de la clase superior y presidente de la Y.W.C.A.; como lo recordaba Bill, "Bertha dejaba en todos una profunda impresión". Fue un amor mutuo, también Bill agradaba a los padres de Bertha y le dieron la bienvenida en su casa. Bertha hizo que el verano y el principio del otoño de 1912 fuera uno de los períodos más felices y extáticos en la vida de Bill.
Luego vino un golpe tan cruel e inesperado como la separación de sus padres. El martes 19 de noviembre por la mañana, Bill se apresuró a entrar en la capilla y tomó su lugar al lado de los demás estudiantes; Bertha estaba en Nueva York con su familia. No hubo nada que lo preparara par lo que iba a venir.
"El director de la escuela llegó y con cara muy seria anunció que Bertha, la hija del ministro, mi amada, había muerto súbita y repentinamente la noche anterior. Sencillamente fue un cataclismo de un dolor tan intenso, como sólo lo había sentido dos o tres veces. Provocó lo que antiguamente se llamaba una crisis nerviosa, que ahora me doy cuenta significa una tremenda depresión".
El jueves 21 de noviembre, el Journal de Manchester informó la muerte de Bertha: "El martes por la mañana, los muchachos amigos del Rev. y la
Sra. Bamford de esta villa, se enteraron con gran pena del fallecimiento de su hija, la Srta. Bertha D. Bamford, a raíz de una operación en el Hospital Flower de la Ciudad de Nueva York. La extirpación del tumor fue un éxito, pero la joven dama murió de hemorragia interna durante la noche. Su muerte prematura, a la temprana edad de 18 años, ha puesto de luto a la escuela. El funeral se efectuará en la Iglesia Zion la tarde del viernes a las dos treinta, y los restos se colocarán en la cámara funeraria, para que los lleven para su inhumación a Jeffersonville, Ind. la cripta de la Sra. Bamford".
Una semana después, el Journal informó los detalles: "La tarde del viernes se efectuó el funeral de la Srita. Bertha Bamford en la Iglesia Episcopal Zion. Los restos se colocaron en la cámara funeraria en el Cementerio Center. La ceremonia fue particularmente impresionante, a causa de la asistencia masiva y la marcha al cementerio de más de 70 estudiantes del Seminario Burr and Burton. Cargaron la caja el Director James Brooks y W. H. Shaw de la Facultad del Seminario, William Wilson y Roger Perkins de la clase superior, de la cual fue miembro la Srita. Bamford, Clifford Wilson y John Jackson".
La muerte de Bertha marcó el principio de lo que Bill recordó como una depresión que duró tres años, el segundo período de ésos en su vida. "Excepto en el violín, el interés en todo sufrió un colapso; ni atletismo, ni hacer el trabajo de la escuela, ni prestar atención a nadie. Fue algo abrumador, profunda y compulsivamente desgraciado, estando convencido de que toda mi vida se había derrumbado por completo". Su depresión por la muerte de Bertha fue más allá de la pena humana normal. "El muchacho sano se hubiera sentido mal, pero nunca se hubiera hundido ni hubiera permanecido sumergido tanto tiempo", comentó Bill posteriormente.
Con el ataque de la depresión, cayó su desempeño académico. "El resultado fue que fallé en alemán y por esa razón no me pude graduar. Ahí me encontraba, presidente de mi clase superior . . . ¡y no me darían un diploma! Llegó de Boston mi madre muy enojada. Tuvo lugar una escena tumultuosa en el despacho del director. Aún así no obtuve el diploma".
No se graduó con su clase, aunque los registros de la escuela lo ponen en la lista con ella. A continuación de un verano de depresión agonizante, se fue a vivir con su madre cerca de Boston y terminó el trabajo inconcluso que lo capacitó para la preparatoria.
¿Qué había causado el cambio de Bill, de alguien con altos logros a una depresión sin esperanza? Tal como lo vio Bill, el problema principal fue que ya no podía ser el Número Uno. "No podía ser alguien en lo absoluto, no podía ganar, porque el adversario era la muerta; así que mi vida, pensé, había terminado en aquel instante".

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